El verano pasado, cuando estuve en París, me quedaba maravillada cada vez que pasaba por una pattiserie o por una boulangerie. Allí me quedaba plantada admirando esos quiches, madeleines, macarrons, etc. ¡qué verdadera delicia! es que se me hacía la boca agua ante tanta exquisitez.
Pues hoy he querido recordar aquellos días y he buscado entre mis apuntes y libros hasta encontrar esta receta.
Por lo que he podido leer, el origen de las madeleine, data del siglo XVIII y dio lugar a este nombre por un aprendiz de pastelería que se llamaba Madeleine quien estaba al servicio de un antiguo rey de Polonia. Ella ideó la receta y las sirvió con un enorme éxito un día a la hora de té ya que el chef pastelero había abandonado su puesto, de esta manera le brindó a la muchacha iniciarse en esta profesión.
Pues hoy he querido recordar aquellos días y he buscado entre mis apuntes y libros hasta encontrar esta receta.
Por lo que he podido leer, el origen de las madeleine, data del siglo XVIII y dio lugar a este nombre por un aprendiz de pastelería que se llamaba Madeleine quien estaba al servicio de un antiguo rey de Polonia. Ella ideó la receta y las sirvió con un enorme éxito un día a la hora de té ya que el chef pastelero había abandonado su puesto, de esta manera le brindó a la muchacha iniciarse en esta profesión.
Ingredientes:
-125 gr. de azúcar
-125 gr. de harina
-125 gr. de mantequilla
- 3 huevos
- 1 pellizco de sal
-60 gr. de almendras peladas y picadas
- 1 cucharada de agua de azahar
- 1/2 cucharilla (de café) de extracto de vainilla
Para untar los moldes un poco de mantequilla o margarina
Preparación:
Para hacer estas magdalenas son necesarios los típicos moldes en forma de concha. Engrasamos los moldes y reservamos.
Disponer el azúcar y la harina tamizada sobre una superficie lisa. Derretimos la mantequilla sin que llegue a tostarse y dejamos enfriar. Amasamos los huevos con la mezcla de harina y azúcar con la ayuda de una espátula, vamos agregando la mantequilla (ya fría), las almendras, el agua de azahar y el extracto de vainilla.
Trabajamos la masa con una espátula (no con las manos). Dejamos la masa tapada durante una hora en la nevera.
Calentamos el horno a 250º. Introducimos pequeñas porciones de masa en los moldes y cocemos sobre la rejilla del horno, a altura media durante 15 minutos.
Que conchas mas bonitas!!
ResponderEliminar¡Qué delicia!, y además estan tan bien presentadas en esa cajita, que dan ganas de llevárselas. Besos.
ResponderEliminarpues te quedaron muy apetecibles
ResponderEliminarOh, lala, que preciosidad de magdalenas, con esa forma tan bonita, tan veraniega. Me gustan
ResponderEliminarBesitos
Qué ricas!! Te han quedado preciosas, nunca las he hecho, a ver si me animo...
ResponderEliminarUn besote
Gracias chicas por sus comentarios.
ResponderEliminarBesos
Me gustan mucho las madeleines, son muy suaves y pasan muy bien! A ti te han quedado fenomenal :)
ResponderEliminarUn beso!
Hola, que buena presencia tienen esas magdalenas, como para rellenarlas con una deliciosa crema pastelera, no creen?
ResponderEliminarUn gran saludo
Gracias Anniki
ResponderEliminarBetty, yo creo que con cualquier cosa están deliciosa.
Besos
Que magdalenas más chulas y no me quiero imaginar el sabor.
ResponderEliminarbesiños
Holaaaa, ayyss, como me gustaría a mi una escapadita a París! tienen que tener unos dulces riquísimos. Te han salido unas madeleines riquísimas!!
ResponderEliminarUn besoooo
A mi me pasó lo mismo,es una maravilla pararse delante de los escaparates parisinos de dulces¡¡¡ Todo tan bien presentadito y coqueton¡¡ Estupendas madalenas¡¡
ResponderEliminar¿Son tan riquísimas como parecen? Enhorabuena, tienen una pinta...
ResponderEliminar