Tarta Selva Negra

Hoy es mi cumpleaños y me he autoregalado una de mis tartas favoritas. Digo lo de favorita porque la combinación de chocolate - frutos rojos me pierden y desde que hice esta tarta hace unos meses me dije que en cuanto tuviera una ocasión "especial" la volvería a repetir. Creo que es el momento para compartirla con todos ustedes, con todos los que me siguen dejando comentarios y los que pasan anonimamente, porque todos y cada uno son parte de esta página. Así que invitados quedan.

 Muchas veces me gusta leer la historia que hay detrás de algunas recetas y buscando en wikipedia pude aprender un poquito más acerca de esta rica tarta. Se dice que es uno de los postres más conocidos de la cocina de Baden, correspondiente a la cocina Alemana. Su nombre en alemán es: Schwarzwälder Kirschtorte cuya traducción literal viene a ser tarta de cerezas del Bosque Negro

Ya va siendo hora de que pasemos a celebrarlo:

Ingredientes:
-60 gr. de harina simple (de la común)
-60 gr. de harina fuerza
-30 gr. de cacao en polvo
-4 huevos, separada la clara de las yemas
-160 gr. de azúcar
-100 ml. de Kirsch
-700 gr. de guindas en conservas (yo utilicé unos botes de cristal que venden el el Lidl)
-250 gr. de de chocolate negro
-800 gr. de nata para montar.
-cerezas para adornar
-azúcar glas para espolvorear.

Preparación:

Mientras nos ponemos con la elaboración de la tarta pondremos el horno a precalentar a 180º. Engrasamos dos moldes redondos, poco profundos, de 20cm de diámetro y los forramos con papel de horno.

Tamizamos tres veces las dos harinas junto con el cacao, sobre un papel vegetal.

Con la batidora de varillas montamos las claras a punto de nieve firme y agregamos poco a poco el azúcar sin dejar de batir, hasta que se disuelva y la mezcla quede espesa y brillante. Añadimos las yemas y batimos durante veinte segundos más. Vamos incorporando ahora la mezcla de la harina y el cacao de 2 o tres tandas, con movimientos envolventes, rápidos y ligeros. Cuando ya tengamos una mezcla homogéna la repartimos en los dos moldes que habíamos reservado, en partes iguales. Extendemos la mezcla bien en los dos moldes y la introducimos en el horno durante 15 minutos, hasta que queden dos bizcochos esponjosos al tacto. Sacamos del horno y lo dejamos reposar durante 5 minutos en los moldes. Pasado este tiempo los volcamos sobre una rejilla metálica hasta que se enfríen totalmente. Cortamos cada bizcocho en dos.

Remojamos cada rueda de bizcocho con un poco de Kirsch. Montamos la nata cubrimos generosamente una de las capas, repartimos un tercio de las cerezas las cuales hemos escurrido previamente y tapamos con otra rueda de bizcocho. Repetimos la operación: Mojamos el bizcocho, cubrimos con nata y las cerezas, así hasta terminar con una rueda de bizcocho. Apretamos un poquito para compactar más la tarta.

Cubrimos toda la tarta con el resto de la nata. Nos podemos ayudar de una espátula para que quede bien extendida. (Reservamos un poco para hacer unos rosetones)

Con un pelaverduras pasamos sobre el chocolate para sacar unas vituras rizadas y las vamos poniendo a los lados de la tarta, haciendo un poco de presión con la mano para fijarlas bien. Ponemos la nata que habíamos reservado en una manga pastelera y formamos unos rosetones, decoramos con unas cerezas y espolvoreamos con un poco de azúcar glass.

Nota: El Kirsch es un aguardiente elaborado con cerezas. La tarta Selva Negra se prepara tradicionalmente con guindas frescas cocidas en almíbar y deshuesadas, aunque se puede sustituir por cerezas deshuesadas en conserva, las cuales hay que escurrir bien sobre papel absorbente para que su color no tiña la nata.

Si no se consiguiera o no se tuviera el licor, podemos bañar los bizcochos con el almíbar de las cerezas y un poco de ron blanco, aunque con el almibar de las cerezas sólo queda muy rico.

También esta tarta queda fenomenal en una máxi tarta para 30 personas, esta vez decorada con fondant para el 10 Aniversario de una peluquería. Muchas gracias a Salón de belleza Sandra Gil,por confiar en mi. Para la elaboración de esta tarta tan sólo he cuadriplicado los ingredientes, haciendo el bizcocho en planchas.

 

Leche merengada helada

Este fin de semana ha sido muy caluroso y en casa estaban pidiendo algo fresquito. Me acordé de que hacía algún tiempo había hecho este postre helado así que me volví a decidir para hacerlo. El sabor es muy rico, o será que me gustan los postres con mucho aroma a canela. Lo podemos presentar en forma de sorbete o helado, de cualquier manera es bastante refrescante.

Ingredientes:
-1 litro de leche entera
-250 gr. de azúcar
-3 claras de huevos
-2 canelas en rama
-1 limón (la corteza sólo lo amarillo)
-canela en polvo para decorar

Preparación:
Ponemos a cocer la leche con el azúcar, la corteza del limón y las ramas de canela. Lo dejamos cocer durante diez minutos, removiendo de vez en cuando. Dejamos enfriar y colamos. Lo introducimos en un recipiente de plástico y lo metemos en el congelador.
Montamos las claras a punto de nieve.
Cuando la leche esté casi helada, le empezamos a añadir las claras que habíamos montado anteriormente con movimientos envolventes y rápidos. Lo volvemos a poner en el recipiente de plástico y dejamos en el congelador de nuevo para que se hiele completamente.
Para servir llenaremos las copas o vasos, tanto en forma de granizado o de helado y espolvoreamos con canela molida.

Manzanas caramelizadas con crema de yogur

 Hoy empieza el verano y el calor, por eso apetece cada vez menos encender el horno para hacer bizcochos o magdalenas, apetece más postres fríos y que no lleven cocción. Además como sigo con poco tiempo para meter las manos en la masa, pensé que esta opción era buena para el postre del almuerzo, porque combinaba yogur y fruta, por eso me decidí por este postre rápido y fácil de preparar, fresco, con una textura suave y un  toque ácido que contrasta con el caramelo de la manzana. Realmente un bocado suave que se deshace en la boca.

Ingredientes:

-3 manzanas golden
-1 limón
-300 gr. de azúcar
-200 gr. de mantequilla
-150 ml. de nata para montar
-4 yogures naturales

Preparación:

Pelamos las manzanas, las partimos en cuartos, eliminamos en corazón y las cortamos en láminas un poco gruesa (más o menos medio centímetro). Las rociamos con el zumo del limón.

Ponemos una sartén a calentar con la mantequilla y la mitad del azúcar. Removemos continuamente hasta que la mezcla empiece a adquirir un color dorado. Añadimos entonces los trozos de manzanas y los doramos por ambos lados a fuego bajo. Tardarán aproximadamente 15 minutos. Una vez estén dorados apartamos la sartén del fuego y dejamos enfriar.

En un bol montamos la nata con ayuda de una batidora de varillas. Por otro lado batimos los yogures con el azúcar restante y una vez tenemos bien integrados estos dos ingredientes se lo vamos añadiendo a la nata mezclando con cuidado, con movimientos lentos y envolventes.

Distribuimos la crema en los recipientes que vallamos a presentar en la mesa y colocamos las láminas de manzana caramelizada alrededor.

Yo preferí poner un fondo de manzana caramelizada y luego llenar con la crema, dejando algunas láminas para la superficie y espolvoreé con un poquito de canela.

Gazpacho andaluz

 El gazpacho es un tipo de preparación culinaria consistente en la elaboración de una sopa cuyo ingrediente principal es el tomate.  Se suele servir fresco en los meses calurosos de verano. Su color varía desde el naranja pálido al rojo, según se empleen tomates más o menos maduros. El origen del actual gazpacho es incierto, aunque tradicionalmente se le ha considerado un plato del interior de Andalucía donde el aceite de oliva y los productos de la huerta son abundantes. Por esta razón se le conoce comúnmente como gazpacho andaluz.

Con estos días de calor que están haciendo me apetecía probar un gazpacho ya que nunca lo había probado, pues pensaba que no iba a ser de mi agrado, pero confieso que estaba muy rico y sobre todo fresquito.  

 Ingredientes:
-1 kilo de tomates bien maduros
-60 gr. pimiento verde (tipo Italiano)
-250 gr. de pepino
-100 gr. de cebolla
-1 diente de ajo-
-3 cucharadas de aceite de oliva
-Vinagre de vino blanco (al gusto)
-1 cuchara pequeña rasa de sal

Elaboración: 

Los tomates, el pepino y el pimiento, los lavamos bien y dejamos escurrir.

Cogemos el vaso de una batidora, pero si vemos que en la batidora no nos caben todos los ingredientes podemos hacerlo con el brazo.  Partimos los tomates en cuatro trozos, con su piel y lo añadimos a la batidora.

Quitamos el  rabillo y las semillas al pimiento lo cortamos en cuatro o cinco trozos y ponemos junto con los tomates. Pelamos el ajo, lo cortamos por la mitad para unirlo a lo anterior. La cebolla la pelamos y cortamos en tres o cuatro trozos y introducimos en la batidora. El pepino lo pelamos y lo cortamos en cuatro trozos y lo ponemos con los demás ingredientes.

Ponemos la batidora a funcionar y la dejaremos triturando hasta que no quede ningún trozo de verdura. Paramos la batidora y  le añadimos la sal, el aceite y más o menos seis cucharadas de vinagre. La volvemos a poner en funcionamiento unos segundos más. Probamos y rectificamos de sal y vinagre si fuera necesario (cuestión de gustos).
 Una vez preparado lo dejamos en jarras que conservaremos en la nevera hasta el momento que lo vayamos a consumir. Lo podemos decorar con unos trocitos de pepino

Nota: Yo no quité las semillas, pero si no es de vuestro agrado se las podéis quitar o bien pasarlo por un chino cuando este triturado.

Espaguetis con crema de queso azul

Ya han empezado unos días en los que tengo poco tiempo para cocinar, pues estoy asistiendo a unos cursos de formación por las tardes y entre el trabajo, la casa, la familia, poco tiempo me queda para hacer comidas más elaboradas. Así que se me ocurrió la idea de hacer pasta para almorzar porque es bastante sencilla de preparar y muy versátil.

He de confesar que la pasta con nata no es especialmente de mi agrado, pero si a la nata le añadimos otro ingrediente, como en este caso, el queso, realza mucho más su sabor, haciendo un plato bien rico que les animo a probar.

Ingredientes:
-300 gr. de espaguetis
-200 ml. de nata
-1 cuña de queso azul (más o menos 150gr)
-1 cebolla mediana
-2 dientes de ajos
-1 cucharada de sal
-2 cucharadas de aceite de oliva

Preparación:

Ponemos un caldero con agua y una cucharada de sal y una cucharada de aceite a hervir. Una vez hierva añadimos la pasta y bajamos el fuego,  la dejamos cocinar por espacio de 8 o 9 minutos (o bien según indique el fabricante). Escurrimos del agua y reservamos.

Pelamos la cebolla y rallamos. Los ajos los pelamos y picamos muy pequeñitos. En una sartén ponemos una cucharada de aceite e introducimos la cebolla y los ajos. Cuando la cebolla transparente añadimos el queso y aplastamos con la ayuda de un tenedor para incorporarlo bien a la cebolla. 

Una vez tengamos bien disuelto el queso empezamos a añadirle la nata poco a poco y siempre removiendo, hasta obtener una crema ligeramente densa.

Emplatamos: Ponemos los espaguetis, bañamos con la crema de queso y salpicamos con un poco de albahaca fresca.

Tarta de queso y piña

Me encantan las tartas de queso. Son tartas muy versátiles, soportan cualquier fruta que queramos añadirle y como resultado obtenemos una tarta fresca con textura suave y ligera. Este tipo de tarta vienen muy bien para épocas de calor o bien como colofón a una comida copiosa pues son bastante refrescantes.

A principios de este mes tocó recoger parte de la cosecha, solemos reunirnos la familia y amigos, para después de la recogida de papas, hacemos una comida y así podemos degustar las papas recién cogidas. Por eso, como postre llevé esta tarta para probarla después de un día duro de trabajo. Vamos con la receta.

Ingredientes:

Para la base:

-200 gr. de galletas tipo digestive

-160 gr. de mantequilla fundida

Para la crema:

-250 gr. de queso cremoso (tipo philadelphia)

-200 gr. de leche condensada

-200 gr. de yogur de limón

-2 cucharadas de gelatina neutra

-60 ml. de agua fría

-425 gr. de piña en lata, troceada y escurrida de su jugo

-2 cucharadas de ralladura de limón

-50 ml. de zumo de limón

Preparación:

Para empezar cogeremos un molde de 20cm. desmontable redondo y lo pintamos bien con mantequilla fundida o aceite.

Luego trituramos las galletas con ayuda de una batidora durante quince segundos o hasta que estén bien desmigadas. Ablandamos la mantequilla y se la añadimos a las galletas trituradas. Mezclamos los dos ingredientes hasta conseguir una mezcla homogénea. Ponemos la mezcla en el molde apretando contra la base y las paredes, alisamos la superficie con el fondo de un vaso. La dejamos en la nevera mientras preparamos el relleno.

Preparamos el relleno batiendo el queso con ayuda de la batidora de varillas, hasta que quede ligero y cremoso. Agregamos poco a poco la leche condensada y el yogur. Continuamos batiendo hasta obtener una mezcla homogénea.

Ponemos un cazo con agua al fuego para hacer un baño maría. En otro caso disolvemos la gelatina en el agua fría y la llevamos al baño maría hasta que se disuelva totalmente. Retiramos del fuego y dejamos templar. Le añadimos a la gelatina el zumo del limón y la ralladura.

Añadimos la piña a la mezcla del queso y la gelatina con el limón, batimos suavemente hasta incorporar bien todos los ingredientes.

Vertemos la mezcla en el molde sobre las galletas, alisamos la superficie y lo dejamos en la nevera durante cuatro horas mínimo o bien de un día para otro, hasta que la tarta cuaje totalmente.

Para decorarla lo he hecho con nata montada de 35,1% de materia grasa y con trocitos de piña confitada. (dos piñas en rodajas puesta en una sartén con dos cucharadas de azúcar moreno, removemos al principio y dejamos que se caramelice lentamente)

Albóndigas de pollo en cazuela

Hoy traigo un plato muy sencillo y rápido de preparar, en tan sólo veinte minutitos tendremos un plato completo, que hará la delicia de grandes y pequeños. 

Las albóndigas son de estos platos tradicionales que casi nunca faltan en cualquier hogar. Dan mucho juego a la hora de ponerlas a la mesa por su infinidad de variantes y por las guarniciones para su acompañamiento, ya bien sea arroz, papas, verduras.........

Como les he dicho, es bastante sencillo, además lo podemos preparar con dos días de antelación e incluso lo podríamos congelar. Ya varéis que rápido se prepara y lo bien que queda a la mesa. ¿Me acompañáis?

Ingredientes:
-500 gr. de carne de pollo picada
-1 sobre de crema de champiñones
-2 cucharadas de aceite de oliva
-2 cebollas grandes cortadas en rodajas
-3 papas grandes, cortadas en cuadritos de 2cm
-4 zanahorias medianas, cortadas en rodajas de 1cm.
-1 vaso de vino blanco (vaso de los de nocilla 200ml aproximadamente)
-500 ml. de agua
-300 gr. de nata para cocinar

Preparación:

Mezclamos la carne con la crema de champiñones, tan sólo eso, si queremos lo podemos salpimentar un poco, para mi con la crema fue suficiente. Formamos las albóndigas y reservamos.

Cubrimos una sartén de fondo grueso con aceite y freímos las albóndigas en varias tandas, holgadas, a fuego medio durante 5 minutos mas o menos o hasta que estén doradas por todos sus lados. Sacamos y dejamos escurrir el exceso de aceite sobre papel absorvente.

En la misma aceite dónde hemos sofrito las albóndigas echamos la cebolla y las zanahorias, las rehogamos hasta que doren ligeramente. Añadimos las papas, agregamos el vino, el agua y la nata. Incorporamos las albóndigas que habíamos reservado y lo llevamos a ebullición. Una vez hierva bajamos el fuego al mínimo y lo dejamos cocer, sin tapar,  durante 20 minutos o hasta que veamos que las verduras están tiernas y la salsa se reduzca y espese. Lo debemos remover en vaivén de vez en cuando para que no se adhiera al caldero.

Muffins de fresas

Los muffins se consideran panes rápidos porque se preparan y se consumen rápidamente. Pueden servirse en el desayuno, a la hora del café o en cualquier momento, además resultan sorprendentemente fáciles de preparar. La forma de preparación puede parecer un tanto grumosa, pero al final podemos obtener unos muffins ligeros y de suave textura.

Estos muffins se aconseja consumirlos templados el mismo día de la preparación, aunque si lo dejamos de un día para otro y le damos un toque de horno están igual de buenos. Los podemos conservar hasta dos días en un recipiente hermético y tres meses en el congelador, esto si en casa no tenéis algún golosillo. Si congelamos los muffins los envolvemos en papel metálico y se calientan en el horno (no microondas) a temperatura moderada durante 10 o 12 minutos.

Ingredientes:
-425 gr. de harina simple
-110 gr. de azúcar moreno
-120 gr. de azúcar blanca
-240 ml. de leche entera
-240 gr. de fresas partidas en trocitos pequeños
-1 cucharada de levadura en polvo
-125 gr. de mantequilla fundida
-3 huevos
-azúcar glas para decorar

Preparación:

Antes de empezar con la preparación precalentamos el horno a 200º. Cogemos 20 moldes de muffins y pintamos la base con un poco de aceite.

Tamizamos la harina junto con la levadura y el azúcar blanca. Le incorporamos el azúcar moreno y mezclamos bien.

Por otro lado mezclamos la mantequilla fundida, los huevos y la leche. Removemos  hasta que se integren bien todos los ingredientes.

Añadimos la preparación líquida (mantequilla, huevos y leche) a los sólidos y batimos hasta obtener una mezcla homogénea.  Incorporamos las fresas suavemente y con cuidado, mezclando con movimientos envolventes.

Rellenamos con esta mezcla los moldes que teníamos engrasados, pero no completamente, dejaremos un poco de margen entre la mezcla y el borde del molde.

Horneamos 20 minutos hasta que veamos que estén algo tostados. Sacamos del horno y aún en caliente espolvoreamos con azúcar glas.

Los podemos servir calientes con un poco de mantequilla.