Los bizcochos son dulces bastante socorridos porque son de fácil elaboración y su cocción es muy rápida, así que siempre es una buena idea para cuando nos llegan invitados sin esperar.
Ingredientes:
-200 gr. de cerezas confitadas
-90 gr. de mantequilla sin sal
-160 gr. de azúcar
-2 huevos tamaño L
-1 cucharadita de escencia de vainilla
-220 gr. de harina fuerza
-150 gr. de harina normal
-90 ml. de leche
Cobertura:
-210 gr. de azúcar glas
-20 gr. de mantequilla
-2 cucharadas de agua
-2 gotas de colorante rojo
Preparación:
Antes de empezar con la preparación precalentamos el horno a una temperatura de 180º C. Untamos un molde en forma de corona de 20 cm, con mantequilla y espolvoreamos con harina, retiramos el exceso de harina.
Colocamos las cerezas en un colador y las pasamos por debajo del grifo para retirar el almíbar luego las secamos con un papel de cocina ligeramente.
Ponemos en un recipiente la mantequilla y el azúcar y batimos con batidora de varillas hasta obtener una crema ligera y cremosa. Batimos ligeramente los huevos y los vamos añadiendo a la mezcla anterior poco a poco sin dejar de batir. Agregamos la vainilla y continuamos batiendo hasta que todos los ingredientes se hayan integrado bien. Tamizamos las dos harinas y las vamos incorporando alternativamente con la leche, a la mezcla anterior. Removemos hasta que todos los ingredientes estén bien mezclado y obtengamos una mezcla homogénea. Por último incorporamos las cerezas, las envolvemos bien dentro de la masa y rellenamos el molde con toda la mezcla ayudandonos de una cuchara, allanamos toda la superficie y lo llevamos al horno a altura medía durante 35 minutos o hasta que, al pinchar con una brocheta, esta salga limpia.
Retiramos del horno y dejamos reposar durante 10 minutos sobre una rejilla metálica. Pasado este tiempo volteamos y lo depositamos en la fuente de servir.
Para la cobertura pondremos un cazo con agua. Cogemos un cuenco que quepa dentro del cazo para hacer el baño maría y meteremos el azúcar glas tamizada, la mantequilla y el agua, removiendo hasta que se haya fundido la mantequilla y el azúcar presente un aspecto brillante y homogéneo. Por último agregamos las gotas de colorante y removemos. Con ayuda de una cuchara vertemos la cobertura sobre el pastel y dejamos que resbale por los laterales. (yo le pondría un poco más de agua pués la cobertura se solidificó muy rápido y nos rodaba sobre el bizcocho)
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